domingo, 22 de diciembre de 2024

Revenge - T2E6 "Olivias: Vianney"

 Irene y yo llevábamos nuestras charolas hacia la mesa de la cafetería en la que se encontraban las Olivias. Pero al llegar, no nos dieron la más cálida de las bienvenidas.

 

— No puedes sentarte con nosotras— dijo la primera Olivia.

 

— ¿Por qué? Creí que nos estábamos llevando bien…

 

— Porque ahora eres un chiste andante— la segunda nos mostró en su celular el video de lo sucedido en el centro comercial la otra vez.

 

— Eres patética, totalmente patética— dijo la Olivia número tres.

 

Las tres tomaron sus bandejas y se fueron, pero la número uno regresó para volver a colocar su bandeja con comida.

 

— Por si aún tienes hambre, gorda— se rió y se fue del lugar.

 

— ¿Te vas a vengar?— preguntó Irene.

 

— Hoy en mi casa a las siete en punto…

 

Después de días de planificación, contratamos a unos matones para que nos ayudaran a darles un levantón a las Olivias. Las secuestraron y las amarraron en un edificio abandonado en las afueras de la ciudad. Las tres lloraban del miedo, y yo gozaba la vista.

 

— Esto es tan satisfactorio— sonreí—. Ustedes aquí, las interesadas que al final me dieron la espalda. Son unos buitres— gruñí.

 

Tomé una pistola de mi bolso y se la mostré a las chicas.

 

— ¿Qu-qué haces?— tartamudeó número dos.

 

— Ya se la saben, vamos a jugar un jueguito muy divertido llamado ruleta rusa. Sólo una bala, a ver a quién le toca. Vas primero tú, Olivia número uno.

 

— ¡Me llamo Olga!— gritó furiosa.

 

Disparé hacia su rostro, pero ninguna bala salió. Seguía yo, apunté a mi cabeza y nada.

 

— Vas tú, segunda.

 

— Soy Lisset— dijo entre llantos.

 

Presioné el gatillo, pero no hubo disparo alguno. Puse el arma en mi frente, pero tampoco salió la bala. Me puse delante de la tercer Olivia.

 

— ¿Cuál es tu nombre?

 

— Vianney— dijo aguantándose las ganas de llorar.

 

— No, ese no es tu nombre.

 

— ¿Soy la tercera?— dijo tartamudeando.

 

— Oh sí. Y dime— puse la pistola en su cien—, ¿cuál es mi nombre?

 

— ¿Tú?— tragó saliva—. Tú eres…

 

Jalé del gatillo y un estruendo hizo que los pájaros salieran volando, todas quedamos aturdidas, inclusive yo.

 

— ¡¿Qué carajos hiciste?!— gritó uno de los matones de forma desesperada, quien veía todo desde lejos.

 

— Se suponía era asustarlas nada más, el arma no debía tener balas— dije asustada. El arma cayó de mi mano, golpeando en el suelo.

 

— ¡ESA NO ERA!— el chico gritó, casi desgarrando su garganta— ¡¡LA MATASTE!!




domingo, 15 de diciembre de 2024

Revenge - T2E5 "Xavi"

 Viernes por la noche. Algunos chicos de la escuela estaban organizando un pequeño convivio. Desde mi llegada aquí, no había sido invitada a alguna reunión. De hecho, tampoco recibí una invitación personalmente, sino que Christopher nos había llevado a Irene y a mí de colados.

 

— Dijiste que era un pequeño convivio— comenté.

 

— Comparándolo con otras veces…— respondió mi novio.

 

Bajamos de su auto y entramos a la casa, la cual era un desmadre adentro. Había muchos chicos bailando, tomando y drogándose.

 

Estaba con Irene charlando cuando nos dimos cuenta que Christopher se había perdido de nosotros.

 

— De seguro está con sus amigos— gritó Irene para poder escucharla sobre la música.

 

Un chico se acercó a nosotras. Venía un poco (muy) borracho.

 

— Hola primores— le dio una nalgada a Irene.

 

— Xavi— dijo a regañadientes mi amiga castaña.

 

— Aún no me han dado el placer de presentarnos— dijo con su rostro muy cerca de mi cara. Me llegó el hediondo olor a alcohol de su boca.

 

Él traía una botella de cerveza en su mano, la cual rozó en mi entrepierna. Me exalté y arrebaté su mano de ahí. Pero no me puse a la defensiva, no hice un escándalo. Sólo caminé yéndome a otra parte.

 

— ¿Dónde está la lavandería?— pregunté a un chico.

 

— Al fondo del pasillo, a la izquierda.

 

Caminé hasta el cuarto de lavado. Abrí la puerta y encontré a dos chicos con ciertos polvos en el suelo.

 

— Necesito lo más fuerte que tengas, que… te ponga tieso— dije.

 

— Tú a mí me pones tieso— dijo un chico para proceder a meterse el dedo a la nariz.

 

Iba de regreso a la fiesta. Un chico tenía un trago recién servido el cuál le arrebaté, añadí cierto polvillo de hadas a la pócima y fui a donde estaba Xavi.

 

Siempre he sido alérgica a las nueces. Cuando éramos pequeños, en un convivio escolar, nos dieron de postre gelatinas de zanahoria con nueces, pero a mí me dieron sin nueces por mi alergia. Pero Xavi había hecho travesura, pues había intercambiado la mía aún sabiendo que yo era alérgica. Cuando la comí, me hinché mucho de la cara, me puse roja y no podía respirar.

 

— Te pusiste como ardilla, pinche cachetona— se burló Xavi mientras todos reían.

 

Mi último recuerdo era que la maestra llegó corriendo a auxiliarme.

 

Llegué a donde estaba Xavi sentado, en un sofá todo puerco.

 

— ¿Me extrañaste?— dije.

 

— No tienes idea de cuánto— rozó su entrepierna.

 

— Te traje un postrecito— le acerqué el vaso.

 

Él se lo empinó todo y hasta eructó de placer.

 

— Provecho— dije.

 

Xavi comenzó a sacar espuma por la boca, cayó al suelo, estaba convulsionando y sus ojos se habían quedado en blanco. Todos hicieron un círculo alrededor suyo, pero después todos comenzaron a huir de la fiesta cuando se escuchaba las sirenas de la ambulancia acercarse. Irene tomó mi brazo y me jaló hasta la salida de la casa.

 

Que tenga buen provecho.




domingo, 8 de diciembre de 2024

Revenge - T2E4 "Mr. Timberlake"

 Había creado un pequeño grupo de amistades, a parte de Irene, tres chicas se habían unido a mi círculo. No eran las grandes amistades, pero contaba con ellas cuando quería salir al café o al mall. ¿Sus nombres? Jaja, ¿a caso importan? Llamémoslas “Olivias”.

 

Yo (sí, yo por delante), Irene y las Olivias habíamos salido a un centro comercial. Primero fuimos por unos frappes, luego hicimos una divertida escena de película adolescente donde nos probamos lentes y sombreros a lo tonto sin siquiera comprar algo, con “Angel” de PinkPantheress de fondo.

 

Todo era súper divertido. Nos estábamos probando vestidos, algunos realmente preciosos, y caros.

 

— No te cierra— dijo una de las Olivias, la primera.

 

— Tira de nuevo— bufé.

 

— Sume un poco la panza— dijo la segunda Olivia.

 

— Ya lo hice— contesté.

 

— ¿Qué tal si te bañamos en lubricante?— dijo la tercer idiota.

 

— Cállate, pendeja— dijo Irene.

 

Me acerqué al dueño de la tienda, quien se encontraba en el mostrador, limando sus uñas. Toda la fachada de un ruco maricón amargado maltratado por la vida.

 

— Disculpe, ¿lo tendrá en una talla más grande?— pregunté.

 

— Es pieza única— me dijo.

 

— ¿Tendrán algún otro vestido en talla más grande?

 

— Aquí sólo vendemos ropa para niñas de ensueño, talla 2 y 4 por lo mucho. Si no entras en esas tallas, deberías dejar de comer como marrana— dijo—. Deberías dejar de meterte los dedos en la vagina, y metértelos en la garganta, gorda.

 

El maricón ese me había dado una tremenda insultada y falta de respeto. Volteé a ver a mis amigas, las Olivias se estaban riendo mientras que Irene sólo hacía caras.

 

Ah no, no voy a permitir que me humilles, cabrón…

 

— Mira mariquita— di un azotón en el mostrador—, tú no tienes ni un puto derecho de estarme insultando, porque antes de minoría, eres un maldito hombre, y que seas joto no te exime de que seas un machista misógino, así que, retráctate y pídeme perdón— miré su placa—, señor Timberlake.

 

Él hizo un chiflido, llamando a un hombre negro alto vestido de negro (uy), el cual era un guardia. Reí ante la situación.

 

— Ah, claro, seguro le mamas el pitote para que te haga favores, pinche zorra— grité mientras el sujeto negro me cargaba fuera de la tienda.

 

Yo pataleaba y golpeaba al guardaespaldas mientras él me tiraba al suelo, fuera del local. Irene corrió a ayudarme a levantarme. Vi que la gente en la plaza estaba grabando lo que sucedía, todo desde diversos ángulos, mientras que vi a las Olivias correr, tapándose sus rostros con sus bolsos, para que no fuesen filmadas.

 

Conocía al maldito maricón este. Hace unos años, cuando era más pequeña, vine con mi madre a esta tienda. Mamá quería comprar un vestido para una fiesta de trabajo a la que iría con papá, pero el señor Timberlake le negó el servicio ya que “no le vendía a alcohólicas drogadictas”. Muchas madres de la escuela se enteraron, y sólo dio otra razón para ser el objeto de bullying en la escuela.

 

Pero no, esta vez no me iba a dejar.

 

Escuché que habían abierto la puerta de la casa en la que me encontraba. Escuché como gritaron “Ya llegué, cariño”. Las pisadas de las escaleras indicaban que la persona se acercaba. Escuché cómo quisieron girar la perilla de la habitación.

 

— Amor, ¿qué sucede?

 

Introdujeron la llave y abrieron el cerrojo, dejándome ver la cara de asombro del señor Timberlake mientras yo me encontraba en la cama con el guardia de la tienda.

 

— ¡Carajo, ¿acaso ustedes están…?!

 

— ¿Jugando charadas? Sí, así es— dije—. Mi turno, ¿soy una ex-estrella Disney?— dije con el teléfono en la frente.

 

— Oh, sí lo eres— dijo el negro con una sonrisa.

 

— ¿Interpreté gemelas?

 

— Así es.

 

— ¿Soy Lindsay Lohan?

 

— No…

 

— ¡Aléjate de mi hombre, maldita desgraciada!— gritó Timberlake.

 

El ruco gay se abalanzó sobre mí y me jaló del cabello, sacándome de la cama y llevándome hacia las escaleras. Yo me tironeé y me zafé de su agarre, hasta que lo empujé, haciendo que se rodase por las escaleras hasta caer inconsciente en el piso de abajo.

 

— ¿Está muerto?— pregunté.

 

— Oh no, quedé viuda— exclamó el negro—, ¡me quedaré con su fortuna!— corrió a tomarle el pulso—. Ash, no se petateó— se quejó.




domingo, 10 de noviembre de 2024

Revenge - T2E3 "Serena"

 Hace ya unos años, habían hecho un torneo deportivo en la escuela. Estaba este niño, tan bonito, que tanto me gustaba. Jeremy. Ah, Jeremy. Precioso niño, era tan dulce y gentil. Él era capitán de uno de los dos equipos a elegir, obviamente yo quería estar con él.

 

El juego era sencillo, tenía que correr una carrera de obstáculos. Estaba platicando con una compañera justo antes de comenzar la carrera, cuando el entrenador nos dijo que nos pusiéramos en posiciones. El silbato sonó y cuando comencé a correr, me tropecé, cayendo al suelo. Mi cuerpo rebotó varias veces y se desplazó en la cancha.

 

Me di cuenta de que las agujetas de mis tennis habían sido amarradas. Vi hacia la meta de llegada, donde aquella otra niña había sido elegida para estar en el equipo de Jeremy.

 

Todos se morían de la risa por aquella gorrrrda que había provocado un terremoto. Yo lloraba con mis rodillas raspadas mientras esa niña estaba pavoneándose con mi Jeremy. Esa mocosa malcriada que se llamaba…

 

— Serena— dije—. Me da tan mala espina.

 

Irene y yo estábamos viendo de lejos a la capitana de porristas del instituto.

 

— A mí también me cae de la patada. Me hizo algo hace unos años.

 

— ¿Qué fue?— pregunté, curiosa.

 

Irene no respondió, señaló con su cabeza a que mirara hacia donde estaba Christopher, quien iba llegando por el pasillo. Serena se acercó a él y le puso las manos en su pecho, él las quitó y ella comenzó a juguetear con su cabello, le estaba coqueteando…

 

— Ah, no se lo voy a permitir.

 

Caminé directo a donde estaban ellos. Serena tenía sus labios cerca de los oídos de mi bebé, yo lo jalé con el brazo.

 

— Hola amor— le di un beso en los labios—. Serena— dije a regañadientes.

 

— Me enteré que vamos a competir mañana en el torneo— dijo—. Estos muslos— levantó su falda, dejando ver su ropa interior— son tan fuertes y aguantan muchas posiciones.

 

— Mañana veremos qué poses puedes aventarte, amiga.

 

Jalé a mi novio y me lo llevé de ahí.

 

Al día siguiente, estábamos listos para el torneo. Serena y yo volvíamos a competir en carreras, como en los viejos tiempos.

 

— El que gane, se lo queda— dijo Serena.

 

Pendeja.

 

Se pegó el silbatazo. Ambas comenzamos a correr. Serena iba tomando la delantera, cuando de repente, por un trágico accidente, ella resbaló y cayó sobre un montón de alambre de púas que estaba escondido en el pasto. Devastador. Su cara estaba destrozada, sangrando, inclusive sus ojos habían sido perforados.

 

— Se lo merece— dijo mi mejor amiga—, esa zorra hace unos años me bajó al novio.

 

— ¿En serio? No me digas…

 

Qué ironía.




domingo, 3 de noviembre de 2024

Revenge - T2E2 "Mrs. Prescott"

 Cerré el armario del conserje con llave. Me hinqué de rodillas y desabroché el pantalón de Christopher. Tomé su miembro rosado que ya estaba duro y lo escupí. Con la palma de mi mano, acaricié su glande que se comenzaba a lubricar.

 

Abrí la boca y me metí su fierro, grande y sabroso. No se había rasurado entonces sus vellos se estampaban con mis labios.

 

Él me levantó y me bajó la ropa interior, me levantó la falda e introdujo su salchicha en mi bolillo. Yo gemía como perra en celo hasta que él se corrió dentro de mí. Sentía el palpitar de su pene cuando salía toda su leche.

 

Aún con su miembro dentro de mí, abren la puerta, y era la profesora Prescott, quien nos dejó sin terminar. Bueno, a mí.

 

— ¡A la oficina del director, ahora!

 

Gritó la loca. No me quedó de otra mas que ir con ella. Christopher iba bien sonrojado. Yo ni me había puesto las pantis de vuelta.

 

— Ni me dejó llegar al orgasmo— susurré.

 

Sentí como los fluidos de Christopher escurrían por mis piernas, saliendo de mi entrada frontal.

 

Gracias a la metiche esa, nos pusieron reporte y castigo (donde aprovechamos para coger otra vez al fondo del salón). Ay, se nota que a esta mujer no le dan.

 

Y en verdad no le daban. Hace unos años, esta zorra necesitada comenzó a ligarse a mi papá cuando yo era muy niña. Mi madre los descubrió, lo que provocó que ella entrara en las adicciones. Desde entonces, mi mamá cambió, y dejó de prestarme atención y darme amor.

 

En fin, durante la salida, mandé a Christopher a que le cortara los frenos al auto de la profesora mientras yo hacía guardia. Pobre ilusa.

 

A la mañana siguiente…

 

— ¿Se enteraron?— habló alguien en el salón— La profesora Prescott tuvo un accidente, chocó en su carro.

 

— Sí, le amputaron las piernas, pobre— dijo otra chica.

 

“¿Qué haces besando a la lisiada?” JAJAJAJA. Maldita lisiada.




domingo, 27 de octubre de 2024

Revenge - T2E1 "Homer"

 Ver a Quentin sangrar me despertó un gusto por querer ver aquél color carmesí en las personas. Me resultó excitante. Quería más.

 

— Quentin se ve lindo con ese vendaje en la cabeza— dije.

 

— ¿Lindo?— habló Homer, un chico de mi clase— Es muy sospechoso, ¿sabes? Un día Quentin te hace una broma de mal gusto y al día siguiente sufre un fatídico “accidente”— hace comillas con las manos— donde tú estabas allí con él y “convenientemente” tú saliste librada.

 

— Fue suerte— me limité a responder.

 

— ¿No será que tienes algo que ver? Yo veo cosas. Hay un patrón en todo esto— dijo con su rostro muy cerca del mío.

 

— Te huele la boca.

 

Me levanté de mi butaca y salí del aula. Fui al baño, furiosa. Algo debía de hacer, no podía dejar que los rumores comenzaran a esparcirse.

 

— ¿Qué te parece mi idea?

 

— No, eso lo haremos más adelante.

 

Irene me daba sugerencias de cómo cobrármelas.

 

— Atención alumnos, hoy habrá una asamblea en el auditorio, es de suma importancia que todos asistan.

 

El director había hablado por el megáfono, y a mí me llegó una idea. Se la conté a Irene.

 

— ¿Qué no es repetir lo que ya hiciste?

 

— Ay, será divertido, esta vez tendrá un plot twist— sonreí.

 

Estábamos en la asamblea, llegué un poco retrasada pero Christopher me había guardado un lugar.

 

— ¿Aún no pasa?— pregunté.

 

— Ya será su turno— me contestó mi novio.

 

El director introdujo a Homer, presidente del consejo estudiantil. Todos aplaudieron desganados, pero yo grité, llamando su atención y logrando que chocáramos miradas. Perfecto, sabía que yo estaba en el público.

 

Homer comenzó a decir babosadas aburridas; saqué mi teléfono y le envié un mensaje a Irene de que ya era el momento.

 

Ella había subido arriba del entarimado, sobre el escenario, y con un desarmador desatornilló una de las luces. Y bye bye chismoso, se escuchó un estruendo y Homer volteó su vista hacia arriba, logrando que una lámpara cayera directo a su cara, tumbándolo y desnucándolo.

 

Yo estaba asombrada ante la hazaña que hicimos. ¿Cómo terminó él? Paralítico.




lunes, 8 de abril de 2024

M.A.P. estrena sitio web + Confirmación de futuros estrenos

 El día de ayer, 7 de abril, Miss Artistas Perfectos Series estrenó oficialmente su propio sitio oficial. ¡Así es! M.A.P. lanzó un sitio junto a Wix donde permite ver el catálogo de todas sus producciones originales (junto a aquellas co-producidas con XYZ).

¿Qué trae este nuevo sitio web? Te permite explorar el catálogo de M.A.P. organizado por diferentes parámetros, como los más recientes, las series que se encuentran en transmisión, y la colección de universos, además de temáticas especiales.

Todos los episodios podrán ser encontrados, junto a los enlaces de dónde se pueden encontrar (Wattpad o Blogger), organizando los episodios por temporadas, además de poder encontrar secciones con temáticas especiales, como festividades (Navidad o Halloween), estrellas invitadas, crossovers y demás.

Además, de poder encontrar las galerías de los personajes para que puedas conocerlos.

Este nuevo sitio se une a las páginas de Blogger (sí, aquí donde estás leyendo) y los Wikis de cada serie como las fuentes de información de las producciones de M.A.P.

VISITA EL SITIO AQUÍ






Pero las noticias no acaban ahí, ya que este nuevo lanzamiento trajo una sorpresa, y es que un apartado incluyó ¡los próximos lanzamientos!

Así es, ya había sido lanzado el sitio cuando en la noche se actualizó agregando un nuevo apartado con todas las series y películas confirmadas a estrenar en M.A.P. Entre ellas, vemos las películas ya confirmadas "Royal Detective", "Find Me Under Tipton Bridge", "Zimzalabim" y "Crystal Princess".

Así mismo, se encontraron las series "Kyltt", "Maybe It's Not Our Fault", "Dick Dick Dick" y "Carpool", además de hacer el anuncio oficial de dos nuevas series: "Hotel Buena Vista" y "Ballad of an Everlasting Boy", esta última debutando su logo oficial. ¡Sí! Nuevas producciones.

¡Estamos emocionados por todo lo que se viene en este nuevo sitio!

lunes, 15 de enero de 2024

Unexpected - T1E3 "¿Suplantaste a tu amiga?"

 Estaba en la casa de mis padres, ellos veían la televisión mientras yo les cocinaba algo especial para ellos. El timbre suena y mamá va a la puerta a abrir.

— ¡Hija, qué alegría! Pasa, pasa.

Escuché la puerta cerrarse y una voz acercarse. Me sequé las manos y me acerqué a ver quién era. Y ahí estaba Zoey.

— Hola amiguita— sonrió, levantando una bolsa con latas de cerveza en ella.

— ¿Cómo está mi hija no engendrada por mí favorita?— habló mi mamá.

— Muy bien, traje algo para usted— Zoey le entregó una bolsa de regalo.

— ¡Wow, Zoey, te luciste!— mi madre sacó unas cremas de la bolsa— Son de las que me gustan.

Mamá se fue feliz con su bolsa de regalo.

— Escuché que hay regalos— dijo mi padre.

— Papá, no seas materialista— dije.

— Cállate Hailey— me miró feo mi bestie—. Señor Jefferson, le traje los strings que tanto le gustan— le susurró a mi papá.

— Amanda va a estar feliz de que lo estrenemos hoy en la noche— dijo papá feliz, recibiendo una bolsa que Zoey le dio.

— ¿Le diste tangas a mi papá?— dije indignada.

— Créeme, peor fue para mí imaginármelo usándolas.

***

— ¿Cómo te fue en la cita a ciegas?— preguntó Zoey.

Ella y yo estábamos sentadas en la terraza, tomando unas cervezas.

— Te odio, maldita blanca privilegiada— la fulminé con la mirada.

— Uy calla, stan Twitter— le dio un sorbo a su lata—. ¿Qué te dijo? ¿Era guapo?

— Ahhh... pues dos tres— me rasqué la nuca.

— ¿Tenía buen cuerpo?

Mija, creo que te puedo decir que tiene el cuerpo tan trabajado que ese hombre tiene unas chichis más grandes que yo.

— Si estás tan interesada en saber quién era, ¿por qué no fuiste tú?— me quejé.

— Sabes qué pasó la última vez. La cita fue con un hombre negro y yo parecía mamá soltera necesitada de que me rellenaran las entrañas. ¡Y no pude caminar por una semana! ¿Recuerdas que hasta estuve en silla de ruedas?

— Recuerdo que no podías retener la comida por más de diez minutos. Te lo metieron muy profundo y terminaste muuuy abierta, no entiendo cómo permitiste que te lo hiciera por atrás— dije.

— Esa vez estaba necesitada. Vi la oportunidad y me monté en ella— dijo—. Ahora estoy en proceso de recuperar mi virginidad para poder ascender al reino de los cielos cuando llegue mi hora, debo de redimir mis pecados. No podía permitir que otro hombre me revolviera los intestinos, luego la tienen muy larga.

— Seguro el de ayer la tiene chiquita— mentira, se la vi y vale la pena.

— ¿Fuiste la perra despreciable que nadie quiere volver a ver?

— Me dijiste que fuera la zorra, ¡le dije que venía de una orgía! Casi casi le digo que aún me escurría la leche— le reclamé.

— Pues abajo tal vez, porque arriba nomás leche en polvo has de tener— bromeó.

— ¡Hey, no ofendas a Tania y Sofi!— le di un leve puñetazo en el brazo.

— Y... ¿qué hay con Anya?— preguntó mi amiga.

— Pues nada, no he querido verla— miré hacia el cielo—. Sigue llamando pero no tengo intención de contestarle.

— Ya sabes lo que dicen, las relaciones de la preparatoria nunca terminan juntas. Me sorprende que hayan durado más de diez años juntas. Lit fueron la única pareja que han tenido, bueno, hasta donde sabemos— dijo con un tono burlesco—, seguro quiso probar algo nuevo después de comer toda su vida el mismo coño.

— No ayudas, Zoey...

— Debió ser horrible encontrar a quien amas recibiendo un pene de verdad y no uno de plástico que te amarras con una correa— bromeó.

— Cállate, que esa claramente serías tú. ¿Ya olvidaste al castaño ojiazul de la última vez?

— Sabes que yo soy un alma libre, me meto con quien quiero cuando quiero. Ese tipo estaba traumadito pensando que había algo entre nosotros— se defendió Zoey.

— Mujeres, todas son iguales. Mentirosas infieles— la fulminé con la mirada.

— Tú eres mujer también.

— ¡Yo soy diferente!

***

Me encontraba en el minisúper cerca a mi casa comprando algunas cosas. Veía en el pasillo las diferentes toallas femeninas, comparaba marcas porque necesitaba ahora que se aproximaba la visita de Andrés.

— Esas tienen alas, como las que me diste al hacerme creer que estaba en el cielo— dijo una persona que estaba en el pasillo.

— Lo dices como si la mala hubiese sido yo— respondí sin voltear a ver.

— Sabes que una relación es de dos— se acercó a mí.

— ¿Me quieres echar la culpa?— volteé a verla— Yo no fui quien traicionó la confianza de la otra al acostarse con un hombre, ¡UN HOMBRE!— me fui directo a la caja para pagar.

— Pero, podemos arreglarlo, podemos estar en una relación abierta— ella me perseguía por detrás—, ¿has escuchado hablar del poliamor?

— ¿Poliamor? Para tu información, ¡esas cosas se acuerdan con anticipación! No se tiene que enterar uno cuando ya tienes media verga adentro— le grité. Comencé a poner las cosas que llevaba en la caja de cobro.

— Vamos, podemos arreglar esto, hemos salido de varias. Compréndeme, tenía la necesidad de probar algo diferente, necesitaba complacerme. Te lo dije muchas veces pero nunca aceptaste.

— Y debiste respetar mi decisión, o de plano hubieras cortado conmigo antes de hacer tu desmadre. Pero no, preferiste ser infiel Anya— reclamé.

— No me digas así. Por favor, perdóname, bebita fiu fiu...

— Jamás me vuelvas a llamar así, arpía— dije furiosa, mirándola con coraje.

— Son $29 con 85¢— dijo el cajero mientras masticaba un chicle.

— Esa golfa paga— tomé la bolsa con las cosas y salí de la tienda en putiza.

— Son $29 con 85¢— volvió a repetir el chico.

Anya giró los ojos enojada y sacó su cartera de mala gana.